sábado, 14 de marzo de 2009

Carta

¿Que nombre se le puede poner?¿Que palabra describirá mejor como me siento?

Acabo de hablar contigo por teléfono... los mismo nervios, las mismas mariposas en el estomago antes de marcar tu numero en mi perdido teléfono móvil; creo que en el fondo no he perdido ese primer momento, ese  previo a escuchar tu voz.

Han pasado mas de 15 años desde el ultimo adiós, han pasado tantas cosas... tienes tu vida, yo tengo la mía, pero mi mente  caprichosa sigue volviendo a los mismos lugares, mis pies siguen guiándome a los mismos sitios, sitios impregnados de tu persona, y aunque ya quedan pocos, no me resigno.

¿Porque siento esto todavía?

Cada vez que me encuentro marcando tu numero, me digo que debería darte una pista, que debería hacerte saber que aun te recuerdo, que aun no pasa un día sin que llegue hasta mi el olor de pelo, el sonido de tu risa y tus ojos... esos ojos; aquella forma de mirarme... ¿porque cada vez que oigo tu voz, acuden mil mariposas a mi estomago?

Sé lo que quiero, se que quiero verte, quiero escuchar tu voz pronunciando mi nombre, quiero mirarte a los ojos y verme reflejado, desarmado como cada vez que halábamos.

Me siento prisionero en una jaula de oro. Quisiera decirte que aun te quiero, quisiera poder verte cuando quisiera. Pero no es posible... estúpidas formas que estamos obligados a seguir, quisiera ser libre, pero una oblación me esta impuesta.

Dios como duele tenerte tan cerca y sin embargo tan lejos.

Deseo tanto verte...

//Conchita - Nada que perder//