Cosquilleos lejanos, etéreos, llegan a mi estomago, donde la memoria visceral dice que los recuerda, que te recuerda, lejos, muy lejos. Al escuchar tu voz al otro lado del teléfono, fue como volver a nuestros mejores momentos. Solo me faltaba el olor de tu perfume, aquel que buscaba por los comercios cual drogadicto, cuando decidiste volver por tu camino. Sigo buscando tu nombre cada semana, en sesiones privadas para no ser descubierto, construyo luces, faros para saber de ti, pero no llegas, no llegas nunca. ¿Sabes como es la agonia de saber que no te tendre? ¿Sabes como son mis dias cuando sueño contigo la noche anterior? ¿Sabes siquiera las tormentas que golpean mi corazon cada vez que oigo tu nombre en otras personas?
Con la voz entrecortada hablo, midiendo mis palabras, acelerando y frenando mas de lo que me gustaría, siempre esperando, siempre buscando una palabra, un gesto en tu voz que me diga que me recuerdas, que no me has olvidado, siempre buscando, en cada silencio, en cada palabra, en cada tono, en cada respiracion; no sabes bien lo que me gustaría sentarme contigo y decirte que te echo de menos, que me muero por besarte, por tenerte entre mis brazos, que me gustaría hacerte el amor, deteniéndome en cada uno de los pliegues de tu piel, que me gustaría resbalar por tu espalda y no dejar ningún centímetro de tu cuerpo sin besar, que me gustaría disfrutarte despacio y sentir cada segundo en tu piel, que me gustaria dormir abrazado a ti, mientras detengo el tiempo. Que fue un error hacerte elegir, que me arrepiento, que desearía volver atrás... Que te quiero.
Dios ¿por que duele tanto? Quisiera poder terminar, quisiera dejar de sufrir, quisiera dejar de llorar mientras oculto mis lagrimas girando mi cabeza, para no hacer daño a quien no lo merece, para no mentir. Quisiera un desenlace, quisiera tener el valor, quisiera saber si me recuerdas o si me has olvidado... De ahi que tengamos planes para vernos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario